jueves, 11 de febrero de 2016

Colchones y ácaros

Los colchones además de ayudarnos a dormir mejor, pueden llenarse de ácaros si no los cuidamos bien. Los ácaros son un gran problema, pueden traernos enfermedades y alergias.

Los ácaros son habitantes habituales en cualquier domicilio y se acumulan especialmente en

 habitaciones como dormitorios. Los colchones de las camas constituyen su refugio ideal y 

suelen crecer en número en épocas de altas temperaturas y lugares con niveles de humedad

 elevados. 
En los colchones se esconden los ácaros,podemos minimizar su aparición



COMO MINIMIZAR LOS

 ÁCAROS EN LOS 

COLCHONES




Existen varias formas de evitar o minimizar

 su aparición, como explican desde 

Infosalus. Como explica el doctor Ildefonso 

Luna Ortiz en la web de la Sociedad Gallega 

de

 Alergia e Inmunología Clínica "los ácaros 

son reconocidos como los responsables de 

la alergia al polvo doméstico desde finales de los años 60 y son una de las causas de alergia 

más frecuente en la actualidad". Los síntomas de la alergia a los ácaros incluyen 

taponamiento nasal, secreción, estornudos y picor (rinitis) o incluso episodios de asma 

bronquial caracterizados por dificultad respiratoria, accesos de tos y la escucha de silbidos,

 también se pueden producir picor de ojos y lagrimeo. 

Desde la web de la Clínica Mayo señalan que evitar la exposición a los ácaros del polvo es la 

mejor estrategia para controlar esta alergia y aunque no se pueden eliminar por completo sí

 se puede reducir su número en gran medida. 

Para ello, desde el sitio en Internet de la institución médica estadounidense

 apuntan las siguientes sugerencias: Utiliza ropa de cama a prueba de alérgenos: cubre tu

 colchón y almohadas con cubiertas que bloqueen el polvo o los alérgenos. Estas ropas de 

cama, hechas de tela tejida de forma prieta, evitan que los ácaros del polvo colonicen o se 

escapen del colchón o las almohadas. Guarda la ropa de capa de primavera-verano en 

cubretodos a prueba de alérgenos. Lava la ropa de cama cada semana: lava todas las 

sábanas, mantas, fundas de almohada y de colchón en agua caliente que esté al menos a 60 

grados centígrados para eliminar los ácaros del polvo y los alérgenos. 

Tambié puede interesarte: Las lavadoras del futuro

Si la ropa de cama no 

se puede lavar en caliente, puede usarse la secadora al menos 15 minutos a una temperatura

 superior a los 60 grados centígrados para eliminar los ácaros. Después hay que lavarla y 

secar la ropa para eliminar los alérgenos. Los artículos que no puedan lavarse se pueden 

congelar durante 24 horas también para eliminar los ácaros del polvo pero esto no eliminará

 los alérgenos. Mantenga baja la humedad: hay que mantener en la casa una humedad 

relativa por debajo del 50%. Un deshumidificador o aire acondicionado puede ayudar a 

mantener los niveles de humedad bajos y un higrómetro (disponible en las ferreterías) 

puede medir los niveles de humedad.

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