Las lavadoras de tambor son más eficientes y gastan menos, pero pueden ser foco de humedad y moho. Te damos unas sencillas pautas para cuidar tu máquina y sacarle más rendimiento.
¿Qué haríamos sin la lavadora? Este electrodoméstico es, seguramente, uno de los más imprescindibles de la vida moderna. Si tienes una de carga frontal, sabrás que entre sus principales ventajas se cuenta su uso eficiente del agua (un 30% menos de las de carga superior), la ergonomía de su diseño y su limpieza más suave en la ropa.
Pero entre sus contras (tal como quería probar una demanda judicial en Reino Unido), se halla el posible crecimiento de moho en el tambor. Además, las reparaciones son costosas, por lo que muchos usuarios prefieren comprar una en lugar de buscar un repuesto.
Por ello, si esta lavadora es más eficiente, vamos a buscar maneras de cuidarla. Teniendo en cuenta estos sencillos consejos, tu máquina tendrá una vida mejor y más larga:
Si tu lavadora es de de alta eficiencia (High Efficiency), usa siempre detergente para máquinas de alta eficiencia. Y en la cantidad mínima (más no significa necesariamente mejor). Los detergentes normales producen más espuma, y con el tiempo, se puede acumular una película sobre el tambor y las gomas, un caldo de cultivo estupendo para el moho, que puede también dañar tu lavadora. Revisa la etiqueta (algunos detergentes indican que son "compatibles con HE"), y ten en cuenta que un aparato de alta eficiencia emplea menos agua.
Usa menos o nada de suavizante (una cucharadita ablanda una carga completa). Lo mismo ocurre con la lejía (una cucharada de lejía concentrada, dos cucharadas de lejía). Recuerda que las lavadoras de alta eficiencia usan menos agua, y necesitan menos cantidad de producto. Y, por cierto, no mezcles detergentes en polvo con líquidos.
Esto vale para todas las lavadoras (de alta eficiencia o no): retira la carga inmediatamente después de que el programa de lavado haya acabado. No dejes que la ropa húmeda se quede en la lavadora (esto proporciona un entorno ideal para la proliferación de olores a humedad y moho).
Cuando no estés usándola, deja entreabierta la puerta de la lavadora. Así entrará aire y evitaremos el crecimiento de moho.
Limpia la goma de la puerta con una solución de agua y vinagre a partes iguales con regularidad. Puedes usar bastoncillos para las partes difíciles de limpiar. Retira cualquier cabello o tejido o restos de papel que te encuentres. Limpia el interior del tambor también con esta solución.
Para una limpieza mensual, vierte un poco de vinagre blanco en lugar de detergente en el dispensador y agrega una taza de bicarbonato de sodio directamente en el tambor. Pon la lavadora a la temperatura más alta, en el ciclo de lavado más largo. Para casos extremos de olores a humedad, sustituye el vinagre por lejía y pon en marcha algunos ciclos rápidos con agua caliente. Si tu máquina tiene un ciclo de autolimpieza, sigue las instrucciones de tu fabricante.
Limpia el filtro de la bomba de drenaje cada pocas semanas o cada vez que observes problemas con el drenaje del agua, vibraciones excesivas, la ropa mojada después del centrifugado final, ciclos más largos de lo normal, o pausas inusuales durante un ciclo de lavado.
Asegúrate de que la velocidad de centrifugado seleccionado es la correcta para la carga que estás lavando (las velocidades altas de centrifugado secan mejor, pero también desgastan más la ropa y las partes internas de la máquina, lo que puede acortar su vida útil).
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