miércoles, 23 de diciembre de 2015

Televisores: desde Lazy Bones hasta los smartphones

Así como el teclado y el mouse son una parte imprescindible de cualquier computadora, los controles remoto de los televisores son otra de esas parejas que no se pueden concebir de otra manera. Sin embargo, con la aparición de los dispositivos móviles como smartphones y tabletas, tanto el tradicional dispositivo de mando a distancia como los periféricos de entrada de las PC sufrieron transformaciones de la mano de Internet y las pantallas sensibles al tacto.
Y ya no se trata sólo de ver la programación televisiva o disfrutar de un DVD: las transmisiones on line, la posibilidad de grabar el capítulo de una serie o partido de fútbol son sólo algunas de las actividades que reconvirtieron las prestaciones de este legendario dispositivo que ya tiene más de medio siglo de vida.
Lazy Bones fue el curioso nombre del incipiente control remoto de TV, un dispositivo conectado con un cable que permitía accionar las funciones del televisor a distancia..
Estos vertiginosos cambios hicieron que en 1956 el Zenith Space Command estableciera las bases de las funciones y el diseño del control remoto por décadas. Con el paso del tiempo, este dispositivo se llenó de botones a medida que la oferta de contenidos por el TV por cable crecía, y su presencia se multiplicaba ante la aparición de los reproductores de VHS, DVD y equipos de música, que dio lugar a los controles remotos universales.
La llegada de Internet tanto desde las consolas de videojuegos como desde los propios televisores supone el mayor cambio en este accesorio que dejó de ser sólo un dispositivo para cambiar frenéticamente de canales. Navegar en la Web, interactuar con los contactos de las redes sociales y realizar videoconferencia por Skype se convirtieron en actividades en donde los tradicionales controles remotos comenzaron a quedar obsoletos.
De esta forma, los controles comenzaron a adoptar las características de los dispositivos utilizados en otros equipos, tales como la Wii de Nintendo, que aportó su novedoso control de mando inalámbrico, y años más tarde Microsoft renovó la apuesta en el segmento de los mandos a distancia con Kinect, una tecnología que permitía interactuar con juegos y opciones de menú mediante movimientos gestuales, corporales y con órdenes de voz.
De esta forma, los fabricantes de TV comenzaron a incorporar estas funciones en sus controles remotos, sumando un diseño alejado de la tradicional estructura rectangular, una distribución simplificada de botones e incorporando características propias de otros dispositivos de mando, como un giroscopio y acelerómetro, para ofrecer nuevas alternativas a la hora de acceder a los contenidos en pantalla.

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